
Tomar la decisión de bajar de peso podría ser la acción más difícil de tomar para muchos, pero en realidad , la más difícil es mantener el peso saludable y evitar el “rebote” después de la dieta y, esto solo puede ser a través del cambio de ciertas costumbres y hábitos
Para el nutriólogo, Arnaldo Hurtado, el primer paso para deshaceros de esos kilillos de más de manera adecuada es a través de establecer un cronograma de pérdida de peso para definir cuántos kilos se desea bajar y en cuanto tiempo. Esto es esencial para reducir la posibilidad de rebote.
Algunos ya tenéis la suerte de haber conseguido rebajar peso, por lo que parece que habéis conseguido vuestro objetivo. Os sentís tan felices que ya pensáis «relajaros» de vez en cuando, e incluso creéis que lo tenéis controlado.
No es por desanimaros, pero..¡hay que estar siempre pendiente! No quiere decir que os permitáis algún que otro capricho, pero si os relajáis demasiado y dejáis de hacer ejercicio de manera habitual, vuestros éxitos se irán desvaneciendo poco a poco ( a veces no tan lentamente…)
Siempre hay que estar «al loro», es la regla, y seguir unos hábitos saludables, tan obligados como limpiarse los dientes.
Si no queréis el efecto «rebote», y tener que volver a empezar, ojo a unos sencillos hábitos que pueden influir en que se produzca el temible“rebote”
Un estudio publicado por la revista American Journal of Preventove Medicine te ofrece 4 de ellos. Evítalos y no pierdas tu figura.
1. Tentaciones. Aprende a diferenciar entre las buenas y malas grasa; encontrar la manera de lograr un equilibrio entre los dos podría ser la clave para mantener su pérdida de peso.
2. Evitar el sedentarismo. Es fácil que tu peso salga nuevamente de control. Así que trata de hacerte amiga de las escaleras en lugar de optar por el elevador. Además de ser un buen ejercicio cardiovascular «extra», también te ayudará a detectar cuando esos “kilitos” de más están regresando.
3. Comer en exceso. Una vez que has perdido peso es fácil creer que todo está bien y por consiguiente puedes permitirte algunas cosas ejemplo, una porción excesiva de tu platillo favorito, el cual supera la ingesta diaria de calorías. Si lo haces.., bien, pero «compensa» al día siguiente.
4. Despedirte del gimnasio. Tu cuerpo siempre está haciendo una de dos cosas: ganar músculo o quemar calorías. Así que el haber cumplido tu objetivo de pérdida de peso, no es excusa para renunciar a su rutina de ejercicios. Además, hacer ejercicio en forma regular puede ayudarte a equilibrar tus hormonas y hacer que sea más fácil mantener tu meta.
La pérdida de peso o el aumento de éste es el resultado de la suma de diversas acciones que sólo dependen de ti, de tus hábitos. Recuerda que tu salud está en tus manos, y su control en tus buenos hábitos también.
Fuente: Bienestar 180